sábado, 2 de abril de 2011

LIBIA, AL BORDE DE LA GUERRA CIVIL


¿
QUIÉN ES Y CÓMO LLEGÓ AL PODER MUAMAR GADAFI? 

El 4 de enero de 2011, Mohammed Bouazizi, un vendedor ambulante tunecino se inmoló en protesta por el maltrato policial. Como un reguero de pólvora, la indignación por el autoritarismo y la corrupción se extendió en las naciones árabes del norte de África. Las protestas se multiplicaron y al igual que las fichas de un dominó, dos presidentes cayeron como resultado de las revueltas populares. El primero de ellos fue el tunecino Zine el Abidine Ben Alí, el 14 de enero. Y el segundo el todopoderoso mandatario egipcio Hosni Mubarak, antiguo aliado de los Estados Unidos que gobernó al país del Nilo durante tres décadas. Mubarak abandonó el poder el 12 de febrero. Dos días después, estallaron las protestas en Libia contra el régimen de Muamar Gadafi, un coronel del ejército sin título de presidente que desde hace 42 años controla el país con mano de hierro. Casi un mes después, Libia está al borde de una guerra civil. La oposición, armada y apoyada políticamente por Occidente, busca la salida de Gadafi del poder. Intenta avanzar hacia Trípoli pero encuentra una férrea y violenta resistencia armada de las fuerzas leales a un gobierno que ha sido aislado por la comunidad internacional. La lucha se mantienecuerpo a cuerpo en las calles de las ciudades pero el ejército domina el espacio aéreo. Los muertos se cuentan por centenas.


Buena parte de la tensa situación que vive Libia se explica por la personalidad y la historia de Muamar Abu Minyar al-Gadafi, un excéntrico y autoritario militar, amante del culto a su imagen. 

Nacido en una familia de nómadas en 1942, Gadafi llegó al poder en 1969 cuando junto a un grupo de jóvenes oficiales del ejército, derrocó a la monarquía gobernante en Libia, una nación independiente desde 1951. A partir de entonces, Gadafi se rodeó de gente de estricta confianza y creó un régimen en el que toda decisión pasa por sus manos. Desde el comienzo intentó extender su influencia política fuera de sus fronteras, incluso haciendo uso de las armas tal y como ocurrió en Chad en 1973; y apoyando acciones terroristas como el atentado de Lockerbie que derribó a un avión de la compañía estadounidense PanAm en diciembre de 1988. Doscientas setenta personas perdieron la vida. Gadafi incluso llegó a reconocer su apoyo a grupos terroristas. De esta manera, logró evitar el aislamiento al que estuvo sometido desde que la ONU aplicó sanciones a su país en 1992. Luego de un proceso de acercamiento a Occidente, que implicó indemnizaciones a víctimas de al menos tres atentados, la suspensión de un programa de armamento y contratos con empresas privadas, Gadafi volvió a ser aceptado por la comunidad internacional, que incluso le abrió las puertas de las Naciones Unidas. 

Sin embargo, la violenta represión de la revuelta popular que pide su salida del poder y la amenaza de cortar la producción de petróleo que ha hecho escalar los precios del crudo, han puesto a las naciones más poderosas de Occidente otra vez en su contra. Incluso sus antiguos aliados de la Liga Árabe de Naciones le retiraron su apoyo y lo suspendieron de la organización. 

En América Latina, el grupo Alianza Bolivariana para las Américas (Alba)encabezado por el presidente venezolano Hugo Chávez e integrado también por Ecuador, Nicaragua, Cuba y Bolivia, propuso el envío de una misión mediadora para zanjar la crisis en Libia, una propuesta que ha sido rechazada por las potencias occidentales. 

Aislado políticamente y abandonado por sus antiguos respaldos, Muamar Gadafi, de 69 años de edad, se mantiene fiel a su estilo y personalidad. No en vano, ha dicho y repetido que no abandonará el poder y que luchará “hasta la muerte”. 

LIBIA, UN PAÍS PETROLERO CLAVE 

Si la preocupación por una crisis humanitaria en Libia es evidente entre las organizaciones de los derechos humanos, no menos importante es para los países industrializados la amenaza de un paro en el suministro de petróleo libio. 


Este país de apenas 6,5 millones de habitantes, sin tierras cultivables y con escasos recursos hídricos, está asentado sobre una de las reservas de petróleo más grandes del planeta. Con 47.000 millones de barriles, Libia ostenta el noveno lugar entre los países con grandes reservas de crudo, según datos de la CIA

Los enfrentamientos en el país tienen como ‘rehenes’ a las instalaciones petroleras y tanto el gobierno como la oposición batallan por su control. La imprevisibilidad sobre los volúmenes disponibles y los rumores de una abrupta caída de la producción, habitualmente de 1,8 millones de barriles diarios, elevaron el precio internacional del crudo desde 84 dólares el barril antes de la revolución, a los más de 100 dólares en Nueva York en poco menos de un mes. 

Aunque existen algunos contratos con firmas privadas, el control de las instalaciones petroleras libias, nacionalizadas por Gadafi durante sus primeros años en el poder, es potestad del gobierno. 

La gran mayoría de las ventas libias de crudo, 1,5 millones de barriles diarios en total, van destinadas a Italia –ex potencia colonial de Libia-, Alemania, Francia y España, según datos de la CIA

Es una espada de Damocles que amenaza a la economía mundial y especialmente a los países europeos que consumen la gran mayoría del petróleo libio en un momento de gran inestabilidad. 

Las causas de una revolución 

A pesar de contar con riquísimos recursos de petróleo y gas, Libia tiene una tasa de desempleo de dos dígitos (30%) que mantiene descontenta a buena parte de su población. 

Esta república proclamada “socialista” y “de masas” por el propio Muamar Gadafi, dista bastante de tener una distribución pareja de ingresos entre sus habitantes. Se estima que un tercio de la población vive en la pobreza, sofocada por un sistema en 

el que no existe la libre expresión y las protestas son reprimidas con violenc

TOMADO DE: http://www.elnuevoherald.com/2011/02/20/890441/libia-al-borde-de-guerra-civil.html



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